El consumo del tabaco constituye la principal causa de mortandad prevenible en los países desarrollados. Tan sólo en España se calcula que unas 55.000 personas mueren al año debido a este hábito nefasto que en la mayoría de los casos surge durante el periodo de la adolescencia como forma de reafirmación y de rebeldía.
Tabaquismo: consecuencias.
En nuestra vida cotidiana hacemos
grandes y pequeños esfuerzos por estar cada día más bellos. Sin embargo, si la
realidad actual es así, deberíamos preguntarnos porque en la gran mayoría de
los casos nos es
tan difícil y costoso abandonar un hábito tan poco glamuroso como el de fumar. El tabaco es el responsable de arrugas, cutis apagado, mal aliento, dedos amarillentos, mal olor etc., y el principal responsable de uno de cada diez cánceres. La lucha contra el tabaco no es fácil pero ha llegado el momento de tirar la colilla.
tan difícil y costoso abandonar un hábito tan poco glamuroso como el de fumar. El tabaco es el responsable de arrugas, cutis apagado, mal aliento, dedos amarillentos, mal olor etc., y el principal responsable de uno de cada diez cánceres. La lucha contra el tabaco no es fácil pero ha llegado el momento de tirar la colilla.
La medicina actual no es
sensacionalista cuando afirma que fumar provoca uno de cada tres cánceres (pulmón,
garganta, boca, labio, páncreas, riñón, vejiga, útero, esófago), a la vez que incrementa los riesgos de sufrir un
infarto, un accidente cerebral, una aneurisma o una bronquitis crónica.
Fumar es negativo para nuestra
salud, perjudica a todos aquellos que comparten con nosotros el día a día y en el caso de las mujeres embarazadas
impide un óptimo desarrollo del feto.
¿Por qué no puedo dejar de fumar?
El acto de fumar no es sólo un
hábito, sino que se trata de una forma de drogadicción
que al no producirse genera un síndrome de abstinencia. Los niveles de dependencia de la
persona que fuma se originan debido a varios factores. Estos factores influyen
en mayor o menor medida en el fumador y varían según la personalidad y el
estilo de vida de ésta. Las tres formas de dependencia son:
- Dependencia física. La necesidad de fumar es una necesidad física provocada directamente por una sustancia llamada nicotina, principal responsable del síndrome de abstinencia.
- Dependencia psicológica. El fumador establece una relación entre el tabaco y las acciones cotidianas de su vida (después del café, después de las comidas, al tomar una copa).
- Dependencia social. El hábito de fumar es un acto social para compartir y disfrutar; en suma una forma de relación con los demás.
¿Por qué debo dejar de fumar?
El tabaco no es necesario para
nuestro organismo, al contrario; contiene una serie de sustancias consideradas
altamente tóxicas y perjudiciales
para el ser humano las cuales son responsables de un gran número de muertes en
los países desarrollados. Entre los productos nocivos que se hallan en el
tabaco destacan:
·
Alquitranes. Los benzopirenos y las nitrosaminas son responsables del 30% de los
cánceres y del 90% de los cánceres
de pulmón. El tabaco a su vez, es el
responsable del 80% de la mortalidad
por procesos pulmonares.
·
Monóxido de Carbono. El Monóxido de
Carbono es el principal responsable del 15%
de las enfermedades
cardiovasculares.
·
La nicotina. La nicotina es la sustancia
que produce en el fumador la dependencia
física.
FASES DEL FUMADOR.
Las estadísticas confirman que se
empieza a fumar en la adolescencia
para más tarde abandonar el consumo de tabaco a una edad comprendida entre los
30 y los 50 años. Cuando el fumador deja de fumar debe de pasar por una serie
de procesos necesarios que le conducirán al abandono definitivo de este hábito
perjudicial para su salud.
- Fase
de disfrute.
- El fumador suele ser un individuo menor de 30 años que disfruta fumando y que está seguro de que el consumo de tabaco no le sienta mal.
- Fase
de duda.
- El fumador empieza a plantearse las posibles consecuencias negativas del tabaco para su salud.
- Fase
de acción.
- El fumador es consciente de que fumar es perjudicial para su organismo y lo deja. Esta fase puede repetirse varias veces debido a continuas recaídas.
- Fase
de mantenimiento.
- El fumador lleva ya más de seis meses sin fumar. No fuma nada, pero hasta los 12 meses no se le puede llamar ex-fumador.
- Fase
de recaída.
- El proceso de recaída se produce repetidas veces en la fase de acción y mantenimiento. Este proceso viene acompañado de una gran pérdida de autoestima.
La ansiedad de fumar se presenta normalmente de manera más intensa
a las 48 horas de haber abandonado el
consumo de nicotina. Frente a la ansiedad es de vital importancia el deseo
del abandonar el hábito de fumar
dirigido por una voluntad férrea. La ingestión de zumos y un mayor contacto
con la vida al aire libre serán de gran ayuda para que la persona que quiere
abandonar el tabaco consiga sus objetivos.
Como dejar el tabaco.
Los principales aliados para dejar de una forma definitiva el tabaco
son la voluntad y el esfuerzo. Según las estadísticas uno de cada dos fumadores consigue
abandonar el tabaco por sus propios medios y sin ayuda. Sin embargo, en la
actualidad existen numerosos medios que sirven para superar de manera más
sencilla está adicción.
Métodos para dejar de
fumar: Los sustitutos de la nicotina. Fármacos sin receta.
Estos fármacos se denominan TSN, son seguros y no requieren receta médica.
Este tipo de terapia está disponible en España en cuatro formatos: parches, chicles, comprimidos, y spray.
El médico o el farmacéutico le aconsejarán el método más adecuado para su caso.
1. Parches. Se adhieren a la piel
con el fin de liberar nicotina durante 24 horas (se usan todo el día) o durante
16 horas (se usan solamente cuando se está despierto). No se deben utilizar en
caso de problemas en la piel.
2. Chicles. Los chicles se
presentan en dos formatos de 2 y de 4mg y no se deben de utilizar en el caso de
tener prótesis dentales o problemas en los dientes. Éstos se deben masticar
despacio para que liberen la nicotina durante 30 minutos.
3. Comprimidos. Se presentan
en comprimidos de 1mg pero contienen la misma cantidad de nicotina que un
chicle de 2mg.
4. El spray nasal. El spray no se
debe utilizar en pacientes que sufran de asma ya que puede producirá irritación
de las vías respiratorias.
Métodos para dejar de fumar. Tratamientos con seguimiento médico.
El Bupropión ha demostrado
sobradamente su eficacia como tratamiento para dejar el tabaco. Este fármaco disminuye
considerablemente las ganas de fumar y es de gran ayuda para superar el
síndrome de abstinencia. Este
tratamiento es rápido y eficaz y siempre debe ser realizado bajo
supervisión médica.
Métodos para dejar de fumar. Tratamientos psicológicos.
Estos tratamientos son de gran
ayuda para muchos fumadores que quieren abandonar el tabaco. La terapia se basa en modificar conductas erróneas y en la utilización del autocontrol para afrontar diversas situaciones. Los tratamientos psicológicos deben de
realizarse siempre por profesionales cualificados.
Cigarrillos electrónicos.
El cigarrillo electrónico
consiste en un sistema electrónico inhalador que tiene como fin sustituir el consumo de tabaco. El cigarrillo electrónico es muy similar
al cigarrillo normal y generalmente utiliza una resistencia- que convierte la
energía eléctrica en calor-y una fuente eléctrica para vaporizar una sustancia
líquida. El vapor que se desprende puede liberar nicotina o solamente aromas.
Este sistema en la actualidad se
encuentra en entredicho, al no existir estudios rigurosos que certifiquen de
alguna manera su efectividad como terapia de reemplazo y ofrezcan seguridad acerca de su consumo. En
España no existe en la actualidad una legislación al respecto, y en algunos
países como Argentina se prohíbe su uso
y comercialización por considerar que no existen pruebas suficientes de
seguridad para su consumo.
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